Amanece muy temprano, hoy nos toca pasar el día en Masai Mara!!. no nos cuesta nada levantarnos y enseguida vamos al restaurante al desayunar, podemos elegir entre una gran carta de platos. Ha sido una noche bastante fresca y la mañana también.
Nos viene a recoger nuestro driver con la van, cogemos nuestro picnic y nos ponemos camino a nuestro gran día.
Había leído que era la mejor reserva natural del planeta con lo que nuestras expectativas eran muy altas, y se cumplieron con creces.
Nuestro driver genial, gracias a el vimos muchísimos animales y muy de cerca.
En las fotos superiores 4 de los 5 grandes.
Hicimos alguna parada para estirar las piernas, y el estar en medio, en la sabana… es indescriptible y el comer al lado del río mara, en una manta tipo picnic escuchando y viendo toda la naturaleza… increíblemente perfecto y precioso.
Masai Village
Por la tarde fuimos a Masai Village. Te reciben dos Masais para darte la bienvenida. El precio de la visita son 10 dólares. La visita empieza con un baile típico a la entrada del poblado. Te empiezan a explicar su cultura, de que viven, que comen, de que están hechas sus casa, la verdad que se pasa bastante rápido el tiempo es muy entretenido. Luego nos meten para ver como es una casa por dentro y te explican como cocinan, como lavan, cuantos hijos tienen.
Al finalizar la visita en la que solo hay hombres, yo pensaba ¿que donde estarían las mujeres?, hay unos puestos donde te venden souvenirs que están hechos por ellos. Hay que regatear ya que lo que te piden de primeras es bastante desorbitado, después de estar en playa llegue a la conclusión que debería haber comprado algo mas en Masai bastante mas barato que en la zona de playa.
¿Merece la pena la visita a Masai? Yo creo que sí, te enseña ver la vida de otra manera, ver que la gente con nada es feliz, cuando tu teniéndolo todo no llegas a encontrar esa felicidad.
En una de las fotos se puede ver como jugaban los niños, me recordaba tanto a mis pequeños sobris, como corrían y se reían cuando les perseguía, me dejaron enamorada.
Para finalizar un día perfecto, cenamos en el hotel y nos tomamos algo con música que nos pone el camarero, seguimos en la soledad del hotel, y el hotel es solamente para nosotros.